La palabra vela proviene del latín Candere, que significa "brillar o parpadear".
En la antiguedad las velas fueron el único sistema de iluminación, La parafina apareció a mediados del siglo XIX pero, con lamparas de aceite, el gas y la electricidad a la zaga, este material tan adaptable y fácil de utilizar no consiguió imponerse como método practico de iluminación y las velas fueron desplazadas rápidamente, sin embargo nunca han perdido su encanto hipnótico de la luz de las velas.
La luz de una vela puede convertir zonas comunes en espacios sumamente fascinantes y crear ambientes que sirven, regularmente para relajarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario